---
PUERTO REAL - HISTORIA.
---
TRASLADO DE LA FÁBRICA DE JARCIAS Y VELAS DE PUERTO REAL A LA CARRACA:
El conformismo en España concebía a la Marina de Guerra, como uno de los pilares que sustentarian el ideal de Estado con el que sus partidarios soñaban. En este sentido, se aprecia qué, desde los primeros años del s. XVlll, las medidas de los gobernantes borbónicos mostraban un especial incapié en marítima española.
Estaban influídos, sin duda por las prácticas arbitristas e ideas "colbertistas" del seiscientos. Estas medida en la línea del arbitrismo del siglo anterior cambian gracias a hombres como Patiño, Campello o Ensenada...
Uno de los puntos más importantes del nuevo programa naval reformista basculaba en torno a la seguridad en el abastecimiento de los efectos navales definidos como "estratégicos". Bajo esta etiqueta se aglutinaban géneros tan dispares como, cañones, anclas, faroles, arboladuras, cadenas, velas y jarcias.
Los distintos ministerios tomaron como tarea primordial garantizar que la Armada pueda obtenerlos de forma segura. Las opciones que se presentan son, la iniciativa privada o el sector público...
Hacemos caso omiso a esto materiales a excepción de las "jarcias y la cabuyeria" por cuanto estos son la razón de ser este comentario.
Las jarcias y la cordelería evidentemente, obligaron a una singular planificación de su suministro industrial.
La cordeleria presentaba una compleja industria caracterizada por su dependencia del cultivo del cáñamo y la obtención de los alquitranes para su obtención. La secretaría de Marina calculó las necesidades globales. Necesarias para buques en construcción, las reparaciones y los repuestos. Ensenada para llevar a cabo su plan, contó con la ayuda de Jorge Juan y Aantonio de Ullo.
Todo este prolegómeno es para situar al lector del por qué, según quién, dispone trasladar la Real Fábrica de Jarcias de Puerto Real, a La Carraca.
Es necesario que hagamos especial referencia a la ubicación de la Real Fábrica de Jarcias de Puerto Real, fuera de la instalaciones del Arsenal de la Carraca, ya que su tardío traslado a este, motiva el presente trabajo.
Esta situación se produjo por las diferentes soluciones que los intendentes de los departamentos navales adoptaron para cumplir la orden de fabricar directamente las jarcia.
Los Departamentos de Cartagena y Ferrol no tuvieron mayores problemas, en Cartagena el intendente Francisco Barrero, convenció a juan Buxó, maestro de asiento que estaba en vigor en aquel momento y a varios de sus operarios para quedarse al servicio del Rey. En Ferrol se ocupó el edificio de los asentistas en Sada y se contrató a algunos de los operarios que trabajaban allí desde hacía años. ¿Y en Cáiz?.
En el Arsenal gaditano el intendente convenció a algunos operario del asiento de los Buxó y ordenó la ocupación de las antigüas dependencias de los asentistas, alquiladas por la Armada en Puerto Real. Con esta medida el intendente consiguió ahorrarse como mínimo, la construcción provisional de los edificios necesarios para la manufactura de las jarcias hasta que se acabaran lo proyectado para la cordelería definitiva en el diseño de La Carraca.
Dentro del estado de provisionalidad en que se encontraba y estrecheces presupuestarias, Puerto Real funcionaba a pleno rendimiento a finales de los años sesenta del siglo. Esta situación era tal, que a veces se reponian las necesidades de un buque, con los servicios de otros que estaban reparando, de particulares, o de almacenes sospechosos. Es incomprensible, que en este mar de improvisación, dieran una importancia secundaria a la fabricación de cordelería en los Arsenales.
Entre tanto, la cída de Ensenada en 1754 y su sustitución por Julián Arriaga al frente de la Marina con la consiguiente desaceleración de todo el proyecto de potenciamiento de la Marina, especialmente la fabricación dde jarcias.
El proyecto de Fábrica Real de Jarcias en La Carraca se retomaría de nuevo. -Ensenada no era partidario de traladar la fábrica de Puerto Real a La Carraca-. A primero de Febrero de 1761, Julián Arriaga parece ocuparse del emplazamiento de la fábrica en el Arsenal gaditano, ya que por aquellas fechas expidió ordenes a Agustín de Urrutia, maestro mayor de la F´bricA Real de Jarcias de Cartagena para que realizara una visita de inspección a Puerto Real. El técnico llegó Puerto Real en Marzo de 1761 y como primera misión se dedica a visitar la fábrica, donde se entrevista con el funcionario que estaba a cargo, los maestros y algunos técnicos. Una tarde visitó La Carraca donde se le mostró el lugar que estaba destinado en el diseño del Arsenal. Tras varias visitas, Agustín de Urrutia redactó, entre marzo y mayo de aquel mismo año, un informe para Arriaga en el que resumiendo, podemos destacar que la fábrica de Puert Real se caracterizaba por estar muy mal situada, los productos no los fabricaban con técnica deficiente pero la exposición a las aguas, vientos, arenas y slitres los perjudicban, estaba lejos de La Carraca lo cual incidía en los costes. Junto a esto dictámene Urrutia incluia un plano que contenía el alzado y los detalles que consideraba debia tener la fábrica de jarcia de La Carraca.
Mientras, la fábrica de Puerto Real seguía enviando esporádicamente "estados de producción" que indicaban que seguía ejerciendo como suminitradora de cordelería para La Carraca.
En concreto, el 10 de Marzo de 1772, Arriaga ponía al corriente a Juan Gerbaut, a la sazón, intendente de La Carraca, que había recibido una propuesta de Jerónimo Jacinto de Aranda ofreciendo la venta de los almacenes y edificios que conformaban en quella época el cuerpo princpal de la fábrica de Puerto Real. Estas dependenciasestaban todavía alquiladas por la Armada. Arabda realizó una proposición concreta: sus representados cederian la propiedad a cambio de un pago único por importe de 120.000 reales, significando, además, que era un precio de oportunidad,ya que su precio real se acercaba a los 143.000 reales.
A partir de aquí, se suceden inspecciones y propuestas de unos y otro y así...
El 14 de Septiembre de 1773, Arriaga emite la siguiente orden: "El Rey ha resuelto, que como V.S. propuso en 31 del mes pasado, se trasladen bajo la dirección de V.S. las fábricas de jarcias y lonas de ese departamento, al arsenal de la Carraca.
"El Reformismo Borbónico y el control de la industria estratégica; el traslado de la Real Fábrica de Jarcia de Puerto Real a la Carraca." Revista del ministerio de Defensa, nº 76 de 2002
Autor D. Manuel Díaz Ordoñez.
Por la transcripción, Luis Castillo Perea.
---
HISTORIA DE PUERTO REAL
El orígen 1.
El primer error que se encuentra en los textos modernos es suponer que la villa, fundada por los Reyes Católicos, fué sobre las ruinasdel antígüo Portus, mansión de la calzada romana de Cádiz a Córdoba del Itinerario de Antonino, compreendida entre Pons, el Puente de Suazo y Hasta, la mesa de Hasta(sic), término de Jerez, pués ya nadie duda fué, el Portus Menestheus, hoy Puerto de S anta Maria. Este camino, o arrecife como se le llama vulgarmente, atraviesa el término de esta villa desde el Puente de Suazo, cuya mitad está comprendida en él, hasta las ruinas de otro paso del arrecife, del que aún se descubren las ruinas de tres de sus arcos en el rio Salado, hoy de San Pedro, que parte el término de esta villa con el Puerto de Santa Maria.
No quiere decir esto que estubiera deshabitado este lugar, muy cerca del actual asiento de la villa, en lugar el más propio para ser poblado, se encuentran vestigios de población no solo árabe, como diremos más delante, sino romana, lo prueba el gran número de vasijas y ladrillos romanos, tejas, y otros objetos que cubre cerros enteros , especialmente el llamado cerro de Autran, punto muy y con buenas aguas estratégico por dominar los cuatro cardinales, cerca de la orilla del mar, que mucho más estaría antígüamente antes de que se aterrara en la forma en que hoy está la bahía estando en sus laderas todas las huertas que existen en el término, signos todos de que hubo población. Esta, debió dedicarse a la industria alfarera, pruébalo no xolo los fragmentos de aquellos objetos, que indican no fueron usados, sino el haberse descubierto hornos abandonados desde aque por cuelquier accidente, algunos conteniendo aún la carga y piezas enteras a medio cocer.
El Sr. Lavalle, inteligente director y fundador que fué de la gran fábrica de cementos y ladrillos, descubrió hasta siete hornos de estos y estudió el modo que tenían de construir las vasijas, no solo los romanos sino los árabes, de tiempos de estos son también algunos de los hornos referidos en opinion del Sr. Lavalle.
También parece ser que desde tiempo de los romanos hubo puerto, quizás pra abasteciniento, en el rio Salado o de San Pedro y en el Trocadero.
---
El Orígen - 2
No conocemos lápida ni otros monumentos excepción hecha del célebre acueducto que traía las aguas del Tempul a Cádiz, recorriendo parte de término hasta el rio Zurraque por el Puente Suazo para entrar en la Isla Gaditana. No hemos tenido aún ocasión de investigar detalladamente el suelo del término y solo sabemos, por uno de los documentos de que daremos cuenta, que exitía el Caño, cuando se hizo el amojonamiento del término, pués se partió desde él, y así mismo existía en tiempos de Suárez de Salazar, como dice en su obra, Grandes antigüedades de la isla y ciudad de Cádiz, seguía por la vía romana que se descubre entre las viñas de Puerto Real hasta el sitio donde se halla la Venta del arrecife. Aquél documento al ir descriendo la mojonera del término, habla de una piedra marmórea que nosotros hemos pensado pudiera ser algún miliario(1). Por este lado, algo distante del pueblo, vá un camino que bien pudiera ser obra romana con una alcantarilla muy antígüa ya derruída y una gran piedra al lado del camino.
Dejamos ya sentado que hubo también población árabe. Esta nos es más fácil determinarla por haber documento auténticoen que se expresa. Tal es el repartimiento hecho a la ciudad de Cádiz por el redpoblador y conquistador D. Alfonso X , documento que parece se conserva aun en el Ayuntamiento en el Ayuntamiento de Sant Maria y está perfectamente descrito y extractado en una Historia de esa ciudad que está inédita y que desde luego, no era conocida, dicho documento, según el autor citado empieza así:
En el nombre de Dios y de Santa Maria este es el padrón de los heredamientos de Cádiz y de su término, de los vecinos que lo ocuparon. Empieza la partición por las viñas de Santa Maria del Puerto, la cuarta partición fue de las viñas de Casarejos, no casas, entre ellas los palacios grandes , en medio de la alcarria y la tierra de labor; la séptima partición que hicieron fué en Cádiz de las alcarrias de Villarana, Vaine, Bollullos, Mandiar y Tamarís y Mandiar Tensur. La octava fué del Puerto y la novena partición hecha a Cádiz fué de las cinco alcarrias de Campix, Garanina, Finojera, Poblanina y Fontonina. Hemos llegado a nuestro concepto a la parte de territorio, repartido a Cadiz, en que está comprendido el término actual de Puerto Real.
---
HISTORIA DE PUERTO REAL
El Orígen - 3
Creemos que tanto Campix, cuya actual localidad ignoro, en la que había casas y palacios y alguacil, como Poblanina, las otras alcarrias estarian situadas a esta parte. Granina, debe ser donde está situada la Huerta del Olivar, Torre Alta y Torre Baja (cerca del ya referido cerro de Autrán, a unos tres kilómetros) como se deduce del documento que dice así: Sigue la partición de Granina por mandado del Concejo, ante Juan Pérez, escribano, en que se dice, "que se comenzó la partición en la alcarria mayor, cerca de la carretera que vá a Jerez, cerca de la mezquita, en este tiempo. y constan repartidas en la forma que se hizo anteriormente, a las cuadrillas desde una hasta ocho caballerías y después de repartidas las tierras se nota la partición de las casas de Granina, en la que hace expresión fe la mezquita, dos torres y diferentes casas, que se repartieron a los mismos a quienes se le3s dió tierras, advirtiéndose que también estaba ya poblada la alcarria. Sigue el repartimiento de Finojera, donde había cinco casas y la mezquita.
La diligencia empezó el 15 de enero, Era 1300 (año 1268), y acabó el 4 de mayo Era 1313 (año 1275), terminando con estas palabras: "así como yace aquí escrito cuanto sobredicho es. Yo Juan Pérez escribano público la escribí".
Conociendo la topografía de este terreno se vé la identificación, de la alcarria de Garanina o Granina con os terrenos que he citado, únicos en todos estos contornos que contienen dos torres y cerca de una mezquita, que pudiera estar situada donde hoy está la Iglesia Mayor dej pueblo, teniéndo ésta la orientación que suelen tener las mezquitas, al oriente y estar conforme a la tradición que hay de haberse construído la Iglesia Parroquial, cuando la fundación, donde era una ermita dedicada a San Sebastián, quizás la mezquita de los moros, consagrada.
No es aventurado suponer, que expuestos tan humildes lugares a las frecuentes entradas y correrías de los moros quedaraon despobladas, solo de Garanina, cuyo nombre debió cambiar en Rayhana, sostenido por sus torres debió subsistir pués vemos por otro documento, que nos permite identificar Garanina con Rayhana, existia esta alcarria en 1373, en que por privilegio dado por el Rey Don Alfonso Xl, hizo merced de la alcarria, que diz de Rayhana, a Gonzalo Diaz de Sevilla, su criado y vasallo de su hijo D. Pedro: el mimo documento manifiesta la situación del lugar donado, en el tédrmino del castillo de la Puente de Cádiz, como prte de Medina, e con Chiclana, e con las guas dulces. El 17 de mayo, era 1376 ante el Consejo del Castillo de la Puente de Cádiz pidió la posesión Gonzalo Diaz, el cual era hijo de Diego Rodríguez, conocido y apreciado en el lugar del Puente según se deducedel documentoy se le dió el dia 18 por Miguel Pérez, Alguacil del Consejo yendo con Gonzalo Diaz a la alcarria de Rayhanapara su entrega. De esta donación y entrega se dió laconfirmación Real en privilegio rodado y sellado dado en Guadalajara el 1º de Septiembre de 1376. El mismo Gonzalo Diaz hizo después donación de la alcarria a Cádiz, según carta que otorgó en 3e0 de Noviembre de la era 1382, ante el escribano del lugar de la Puente de Cádiz, Martín Diaz.
---
Historia de Puerto Real.
Siendo la razón de ser del Grupo "Cosas puertorrealeñas..." el recuerdo y la recuperación, de ser posible, de cosas que se han perdido, no podía hacer una excepción con la historia de la Real villa, que si bien no se ha perdido -la Historia no se pierde, sin embargo sí se olvida- ha sido recordada y difundida por doctos historiadores, de los cuales, afortunadamente este Grupo acoge a varios: Iglesias, Izco, Cruz, Parodi...la audiencia que han tenidos sus disertaciones quizás no hayan alcanzado la hipotética cifra que este Grupo puede concitar. Conocer nuestra historia, la historia de nuestro pueblo, nos ayudará a amarlo. Es muy difícil amar lo ignorado. Y decir que, estos compañeros que dedicaron su vocación a la Historia, "pongan los puntos obre las ies que carezcan de ellos.
L. Castillo.-
Real Carenero
El Real Carenero fue una instalación industrial para la reparación de embarcaciones levantada al pie del Caño de Sancti Petri, rodeado por las defensas del lado Este del Puente Zuazo, muy cerca de la localidad gaditana de San Fernando pero dentro del Término Municipal de Puerto Real (Cádiz)
Fue creado por los Reyes Católicos, y constituyó desde entonces, el primer paso de la larga andadura de la industria naval en la zona de la Bahía de Cádiz.
Los Reyes Católicos optaron por este lugar como el idóneo para la reparación de las embarcaciones frutos del comercio con América. Aunque posiblemente, el lugar ya era usado desde época romana como astillero. En tiempos de AlfonsoXI, se aprovechan estas magníficas condiciones para la construcción naval y se observa la aparición de los buques que tendrán su mayor auge en los siglos XVII y XVIII, concentrándose los habitantes de la zona en estas actividades. De todas las industrias la más significativa y de mayor importancia es el Carenero.
Durante el reinado de los Austrias pasa a denominarse Real Carenero por ser frecuentada por la Armada Real para repostar y ser reparada. Es el inicio de los lazos históricos de la ciudad con la Armada. Con la Guerra de Sucesión, en 1712 FelipeV le da un nuevo impulso, se reparan en las industrias las barcas que estaban destinadas para la realización del cerco de Barcelona, Costa Firme, Vera-Cruz, etc.. iniciándose los arrendamientos o adquisiciones de tramos costeros que se adaptan a estos fines por la Marina Real.
El siglo XVIII marca su decadencia: a partir de 1724 comienza a desmantelarse, en 1773 un incendio en las inmediaciones casi destruye por completo las fábricas de lonas y jarcias, y ya a finales del siglo su actividad es acaparada por el Arsenal de la Carraca, debido a sus mejores cualidades topográficas.
Este carenero en tiempo de los Austrias y los Borbones tuvo una gran importancia con lo que se decidió defenderlo ante posibles ataques de piratas ingleses o enemigos. Así que se construye un puente más robusto, remodelado en varias etapas, y pequeñas fortificaciones anexas a su alrededor que luego serían reforzadas y ampliadas con el devenir de la historia.
Los nuevos usos dado al Real Carenero con la reparación de buques de guerra de la Armada lleva al Intendente General de Marina (cargo equivalente a nuestro actual ministro de Defensa), José Patiño Rosales (1666-1736) a cambiar la ubicación del astillero. La situación topográfica de los Reales Careneros (creado en origen para la reparación de embarcaciones comerciales) no se encuentra en el lugar más idóneo para los nuevos usos militares ya que podía ser ocupado por el enemigo al estar situada en la parte penínsular del puente. D. José Patiño Rosales manda a rectificar el trazado del Real Carenero (ampliando sus instalaciones) mientras inicia los trabajo del nuevo astillero: Arsenal de la Carraca.
El momento más destacado de esta historia del lugar fue el asedio francés desde el 10 de febrero de 1810 al 25 de agosto de 1812 cuando las tropas napoleónicas fuero detenidas en este punto en su intención de tomar Cádiz. Se puede decir que este puente era la frontera de la España libre, pues era el único punto posible para cruzar el pantanoso terreno de marismas que rodea San Fernando antiguamente conocida como La Isla de León.
Luis Castillo Perea.- Transcrito.
Puente Suazo
Situado en la entrada de San Fernando, salvando el paso del caño de Sancti-Petri, recibe su nombre de la familia que sufragó su reconstrucción. La mayoría de los historiadores le atribuyen un origen romano reforzado por sus características constructivas. El puente se levantó sobre los cimientos del acueducto que traía el agua desde el Tempul, en Jerez, a Cádiz, y cuya existencia la evidencian texto árabes
Su importancia reside en salvar la vía de comunicación y comercio con el interior de la provincia. Esto explica las numerosas restauraciones que ha soportado desde sus orígenes. Descripciones como las de Suárez de Salazar en 1610, Fray Jerónimo de la Concepción en 1690 y Antonio Ponz en 1792 atestiguan una obra constructiva recia ante el empuje del mar, con profundos cimientos en un difícil suelo fangoso. Joaquín Cristelly Laborde, en 1891, nos narra que "su construcción aún hoy en día, a pesar de los modernos adelantos en arquitectura, es admirable (…) llamando la atención a los peritos en estas construcciones al estar su pilares levantados sobre un fondo fangoso y removible, las vivas mareas, el esfuerzo de las grandes corrientes que tiene que soportar (…) son todas razones para considerarlo con bastante fundamento una de las grandes obras construidas por los antiguos para atestiguar la grandeza de los que la levantaron".
Durante el s. XVI se suceden las incursiones de piratas norteafricanos e ingleses, y para una mejor defensa de la zona se comienzan con las reformas arquitectónicas del Puente. Las reparaciones fueron sufragadas por Orden Real gracias a un impuesto especial a las mercancías con destino a América. Los proyectos fueron sucediéndose durante todo el siglo. En 1509, Alonso Rodriguez, Maestro Mayor de la Catedral de Sevilla informaba sobre el estado del puente. Más tarde , parece ser Benedicto de Rabean el encargado de la obra. Posteriormente trabajan los hermanos Guillisasti, vascos afincados en La Isla de León, y muy relacionados con el proyecto de reformas defensivas encargado a Juan B. Calvi.
Según documentos del Archivo General de Simancas durante la segunda mitad del s. XVI, reinando Felipe II, se realizaron pequeñas obras de fortificación en el puente siguiendo las directrices de ingenieros militares como el Capitán Fratín y Juan Bautista Antoneli. En otras ocasiones fueron los maestros mayores, como Juan Marín o Miguel de Arteaga los que dirigieron sus reformas. Después del desastre del ataque inglés de 1596, Felipe II envió al afamado ingeniero militar Cristóbal de Rojas para las fortificaciones de la Bahía, encargándole la construcción de dos fuertes en el puente, uno a cada orilla. Rojas continuó trabajando hasta los primeros años del siglo XVII. El informe de la inspección de Tiburcio Espanochi habla de la construcción de una torre y la remodelación de los pretiles. Se suma, además de Rojas, a la obra el Maestro mayor Ginés Martín de Aranda después de sus trabajos en la Catedral de Cádiz. En 1635 de nuevo se continúan las obras, a cargo del maestro mayor Juan Román de Arellano. En el siglo XVII hubo un curioso proyecto del Marqués de Bayona para crear un puente levadizo, aunque este fue rechazado.
A principios del XIX el Puente de Suazo jugó un papel importante en el asalto francés, impidiendo la entrada de este ejército y manteniendo la defensa durante dos años y medio. En el puente se concentraron las baterías más numerosas. En 1812 hubo que destruir la parte central del puente para impedir el paso a los franceses que terminaron retirándose ante la imposibilidad de cruzar el caño, lo que demuestra la importancia estratégica de la Isla de León.
Recopilación: Luis Castillo.- Marzo 04-03-2012.
---

TEATRO
El teatro llamado hoy Principal, fue inaugurado y perduró algo en el tiempo con el nombre de “Teatro del Príncipe Don Alfonso”.
Sabemos que fue construido por el Sr. Matalobos, más seguramente son desconocidos muchos detalles respecto a la inauguración y dilatado funcionamiento de este coliseo.
Aconteció esta, la inauguración, el domingo 24 de abril de 1859, aunque en una de las puertas de entradas y en el medio punto de hierro, figure 1857 que seguramente se referirá al comienzo de las obras.
Lo tomó a su cargo la Empresa del de Jerez de la Frontera y de ella son las siguientes consideraciones:
“Sin que pueda acusarse de parcial alabanza, la Empresa debe hacer presente al público, que el nuevo Teatro es una verdadera joya en su especie. Dentro de las condiciones
de un local que no ha de encerrar un número excesivo de espectadores, el coliseo de Puerto Real compite con los de más tamaño en la gran belleza de sus detalles, en el buen gusto que distingue, tanto a la obra arquitectónica, como a la pintura de su foro y en la ornamentación de todo el edificio. Las localidades todas, los corredores, salones de descanso y café, son cómodos, elegantes y espaciosos. La Empresa cree un deber de justicia consignar que tanto las decoraciones como el aparato escénico y adornos, han sido dirigidos y pintados por el conocido y acreditado profesor D. Juan B. Coli. Finalmente, construido el Teatro, teniendo como modelo los mejores de su clase, nada se ha omitido para que sea tal como corresponde al inteligente público que ha de honrarlo con su asistencia.”
Un repertorio de las zarzuelas más escogidas, un asiduo esmero en los ensayos, un gran aparato para decorarlas, un completo vestuario nuevo que se confeccionó al efecto y una compañía lírico-dramática de primer orden, fueron los elementos que se dispusieron para la inauguración del local.
Contaba con las siguientes clases de localidades a las que se le señalaron los precios que se indican:
Diario Por Abono
Palcos y Plateas………….40 rs…… 30 rs.
Lunetas…………………… 4 rs…… 3 rs.
Anfiteatro delantero……… 3 rs… … 2 rs.
Anfiteatros segundos…….. 2 rs.
Entrada general…………. 1 rs.
Se hicieron 15 primeras representaciones que debian suscribir al satisfacer el abono, y 15 más a continuación.
Fue expendedor de billetes y recaudador de los abonos, Don Servando Montillit y se establecieron locales para avisos en Cádiz, calle de la Verónica, 17 ; en Jerez, librería de Bueno, calle Larga y en San Fernando, librería Española, calle Real., pero el pago de localidades habia de hacerse en Puerto Real.
Lista de la Compañía.:
Director de escena, Don Tomas Brotons.
Director de orquesta, Don Pablo Iradies
Sección lírica:
Primeras tiples: Srta. Maria Imperial y Sra. Doña Maria Jáuregui.
Segunda tiple: Doña Teresa González.
Partiquina: (x) Doña Josefa Ulivarri.
Teno: Don José Santes
Tenor cómico: Don José Caballero
Barítono: Don Miguel Alcalde
Bajo: Don José Escriu.
Segundo bajo Don Gregorio Villa
Cuerpo de coros. Veinte individuos de ambos sexos.
(x) Cantante que ejecuta en las óperas un papel breve o de poca importancia.
Sección dramática:
Primer actor: Don Tomás Brotons
Actor de género cómico: Don José Caballero
Actor de carácter anciano: Don Pedro Imperial
Galán Joven: Don Manuel Imperial
Actores: Don Fernando Imperial. Don Eduardo Ruiz, don Juan Ortiz.
Primera actriz: Srta. Maria Imperial
Damas jóvenes: Doña Maria Jáuregui y Doña Teresa González.
Apuntadores, Pintor, Sastre y Maquinista.
Con este elenco artístico fue inaugurado el Teatro en la fecha indicad con la denominación de “Príncipe Don Alfonso”.
Luego, el domingo 26 de Junio del mismo año de 1859, se puso en escena el drama en cuatro actos original de Don José zorrilla “El Zapatero y el Rey”.
En el mes de Junio de 1897, tuvo lugar, en el ya Teatro Principal, función de ópera,
la eminente diva Sra. Galvani cantó, “Sonámbula” (Vicenzo Bellini y Felice Romani); “Lucia
de Lammermoor” (Gaetano Donizetti); “La Traviata” ((Giuseppe Verdi); y terminó con “Rigoletto” (Giuseppe Verdi), alcanzando entusiastas ovaciones de un público muy selecto, que llenaba el Teatro…
A.O.C.
Por la transcripción: Luis Castillo Perea
----

Una industria muy importante con que contaba Puerto Real en tiempos pasados fue la producción de sal. Si bien esta importancia no se le reconoció en su verdadera dimensión y casi no figuraba como tal.
En cambio, poblaciones limítrofes se les hacía un reconocimiento en demasía, tal que solo contaba con un
número de salinas muy inferior a la mitad que este término. Algunas razones pudieran ser la residencia de sus propietarios o la de que la mayoría de los obreros, tenían sus residencias cercanas a los tajos.
Sea lo que fuere, no es justo que se relegue a un pueblo de mencionar su riqueza industrial, achacándose a otro, en todas cuantas ocasiones se presentaban, tanto en la prensa como en cualquier otro medio de publicidad.
El conjunto de estas salinas está perfectamente definido con la denominación de “Salinas de la Ribera Gaditana” y que cada pueblo figura con las suyas. Y no puede achacarse a que Puerto Real no se ocupó de la defensa de sus intereses, pues ahí están los artículos que se publicaron en la prensa en 1935,
Con el título de “La agonía de una gran industria”.- Las salinas de la Ribera- originales del Alcalde de este pueblo, (a la sazón, José López Fernández), con comentarios del diario “La Información”,de Cádiz, mereciendo nuestra autoridad por la labor realizada, que San Fernando le ofreciera un homenaje.
Para que se conozcan los argumentos de cuanto expuesto queda, transcribo a continuación relación nominal de nuestra Ribera que es como sigue:
PUERTO REAL.- 1 Águila.- 2 Atravesada.- 3 San Antonio el Viejo.- 4 Santa Ana.- 5 Belén de Levante y Poniente.- 6 Carmen Nuevo.- 7 Carmen Viejo.- 8 Carmen San Lorenzo.- 9 San Canuto.- 10 Concepción.- 11 Consulado.- 12 Covacha.- 13 Santa Cruz.- 14 Santo Domingo.- 15 Santa Emilia.- 16 San Fernando.- 17 San Francisco Javier.- 18 San Florencio.- 19 Santa Gertrudis.- 20 Isleta-Chapela.- 21 Santa Isabel de Fuera.- 22 San José de Balbanera.- 23 San José Horcajo.- 24 San José Perla.- 25 San Jaime y San Carlos.- 26 San León.- 27 San Manuel.- 28 San Miguel de la Rosa.- 29 Misericordia.- 30 Monte.- 31 Nuestra Señora de la O.- 32 San Pascual.- 33 Palmar.- 34 Pastora de Fuera.- 35 Perpetuo Socorro.-
36 Patricio y Aurora.- 37 Patricio Palmar.- 38 Patrocinio.- 39 Perla.- 40 Pilar Nuevo.- 41 San Rafael.-
42 Regla y Rosa.- Nuestra Señora del Rosario.- 44 Santiago.- San Sebastián del Carmen.- 46 San
Sebastián de la Cortadura.- 47 Talanquera.- 48 Santísima Trinidad.- 49 Victoria del Trocadero.
Nota: Estas 49 salinas forman parte de la Sociedad Anónima “Consorcio Salinero Gaditano”.-
50 San Luis.- 51 Hacienda Chica.- 52 San José y Ánimas.- 53 Santa Bárbara.- 54 Carmen San Miguel.-
55 Esperanza Grande.- 56 Esperanza Chica.- 57 Imposible.- 58 Ntra. Señora de Balbanera.- 59 Dulce
Nombre.- 60 Pilar y Molineta.- 61 Polvera.- 62 Sagrada Familia.- 63 Regla.- 64 Pópulo.- 65 San Diego.-
66 Santa Teresa de Jesús.- 67 San Felipe.- 68 Mercedes.- 69 Ntra. Señora de los Desamparados.-
70 Trinidad Nueva.
CHICLANA DE LA FRONTERA.- 1 Santa Amalia.- 2 San Alejandro.- 3 San Antonio el Nuevo.- 4 San Basilio.- 5 Santa Beatriz.- 6 Cañaveral.- 7 San Federico.- 8 Imperial.- 9 Industria.- 10 Santa Isabel de Dentro.- 11 San José el Nuevo.- 12 San José y Santa Ana.- 13 San Juan de Bartivás.- 14 San Juan de
Nepomuceno.- 15 Santa Matilde.- 16 Santa Maria de Jesús.- 17 San Miguel y San José.- 18 Molinera.-
19 Pastora Nueva.- 20 SAN Ramón.- 21 san Ricardo.- 22 Santa Rita.- 23 Sacramento.- 24 Sagrado Cora-
zón .- 25 Soledad.- 26 Vicario.
Nota: Estas 26 salinas forman parte de la Sociedad Anónima “Consorcio Salinero Gaditano”.-
27 Carmen de Bartivas.- 28 San Eugenio.- 29 San Enrique.- 30 Esperanza Nueva.- 31 Santa Ana de Bartivas.- 32 San José y San Enrique.- 33 San Juan Crisóstomo.- 34 San Joaquín.- 35 Santa Catalina.-
36 Hermanos.- 37 Santa Teresa la Nueva.- 38 Borriquera.- 39 Desconocida.- 40 San Pablo.- 41 Santa
Teresa de la Paz.-
SAN FERNANDO.- 1 Ángeles Custodios.- 2 San Agapito.- 3 San Cayetano.- 4 San Juan Bautista.- 5 San Judas.- 6 Santa Magdalena.- 7 Santa Margarita.- 8 San Nicolás.- 9 San Pedro.- 10 Los Santos.-
Nota : Estas 10 salinas forman parte de la Sociedad Anónima “Consorcio Salinero Gaditano”.
CADIZ.- 1 Roquetas.- 2 San Félix.- 3 Dolores.-
PUERTO DE SANTA MARIA.- 1 La Tapa.- 2 Jesús, Maria y José.-
Resumiendo, con estos antecedentes queda fijado el número de salinas que posee cada pueblo, de esta forma:
Es decir que Puerto Real posee la mayor parte, casi el 50% del total, incluidas las independientes que con ellas sumaban la cantidad de 141.
A.O.L.
Por la transcripción: Luis Castillo Perea.-
----
Cada día en nuestra Villa se pronunciaran algunos cientos de veces una palabra, en este caso un apellido, Reggio. El CEIP Regio, conocido de todos. Lo que es menos conocida es la personalidad del hombre de quién se tomó su apellido para bautizar a este centro de enseñanza como homenaje a su vida y a su memoria. Hoy vamos a tratar de acercarnos a su vida y a su memoria. Su vida vocacional y profesional.
Vino al mundo en la ciudad de Palermo el da 11 de Febrero del año de 1692, siendo su familia una de las primeras de Sicilia, su padre fue Esteban Reggio y Saladino, Príncipe de Aci, San Antonio, San Felipe y Campoflorido y su madre doña Dorotea Brachiforta y Colonna descendiente de los Príncipes de Carini, teniendo su padre Grandeza de España, lo que ya no dejaba duda del fácil acceso a la Real Armada Española.
Siendo de los últimos que por no haber escuelas o academias de náutica para oficiales de al Armada, hizo sus primeras letras en los mejores colegios de la isla, pasando posteriormente a ser cruzado caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, razón por la que comenzó su carrera naval militar en las galeras de la Orden en las que alcanzó el grado de Caballero de Justicia y con ellas corrió caravanas durante varios años. Cuando estaban al mando de don Pedro de Silva.
Después de este duro aprendizaje, fue de los que se incorporaron a la nueva Armada que prácticamente de nuevo cuando esta comenzó a ser organizada por don José Patiño, haciendo sus primeras navegaciones por el Mediterráneo en misiones de corso (1), pasando posteriormente a Cádiz, de donde zarpó para realizar un viaje redondo al Río de la Plata.
A su regreso se incorporó de nuevo en Cartagena, donde volvió a embarcar en diferentes buques para controlar el corso norteafricano, aparte de que en esta agua al finalizar la Guerra de Sucesión, el Rey Don Felipe V estaba dispuesto a recuperar los viejos territorios de la corona de Aragón, pasado un tiempo recibió la orden de embarcar en la escuadra de Don Pedro de los Ríos, la cual zarpó de Barcelona el día 11 de junio de 1715 con rumbo a la isla de Mallorca, tomando parte en la conquista de esta isla quedando de nuevo bajo la corona de España.
A su regreso se presento de nuevo en Cartagena continuando con el corso. (Al parecer no hay una relación de sus ascensos y no se han podido averiguar, ya que en el propio Archivo General de Simancas hay una laguna desde que comienza en 1700 y permanece hasta el año 1724 con una falta de documentos total, bien por culpa de los asuntos de guerras, se le dio más importancia a ella que a dejar los documento en el archivo.
(1) Corso. (Las patentes de corso fueron muy utilizadas en la Edad Media y en la Edad Moderna cuando las naciones no podían costearse marinas propias o no lo suficientemente grandes. De esta forma Francia e Inglaterra las utilizaron ampliamente y España hizo uso de ellas muy tardíamente y en pocas ocasiones.)
Los argelinos habían venido organizando recurrentemente campañas de pillaje contra las poblaciones costeras del Mediterráneo con la finalidad de proveerse de esclavos por los que cobrar rescates, así como contra navíos mercantes que abordaban en alta mar. El beneficio que obtenían, sin duda, compensaba el riesgo, por lo que habían hecho del saqueo y del pillaje su modus vivendi.
España,cuyos efectivos habían mermado espectacularmente durante los últimos años, como consecuencia de la intensa actividad bélica de la última década, sin duda, había obligado a centrar la atención allí donde se desarrollaron los conflictos: América e Italia, descuidándose la defensa del resto de las costas, circunstancia que los berberiscos supieron aprovechar, incrementando sus ataques a las poblaciones y costas mediterráneas. Ensenada en su proyecto para el fomento de la Marina, que presentó a Fernando VI en mayo de 1748, incluyó una petición extraordinaria para armar de forma inmediata seis bajeles en corso “…para emplearse contra moros y resguardar las costas de España”.
(Con el objeto de no hacer este relato demasiado pesado, nos limitaremos de aquí en adelante, a citar las fechas mas destacadas de la vida militar de este ilustre marino que dejó en nuestra Villa algo más que su apellido, pero que el polvo de la indiferencia hizo que desapareciera de la vigencia. El Grupo “Cosas puertorrealeñas que han desaparecido”, haciendo honor a su razón de existir los rescata hoy del olvido y lo acerca a quienes lo desconocieran…)
El dia 15 de agosto de 1717 zarpó de Barcelona al mando de una fragata en la escuadra del marqués de Mari, compuesta por nueve navíos, seis fragatas, dos bajeles de fuego, dos bombardas y tres galeras para dar apoyo a ochenta transportes cargados con nueve mil hombres y seiscientos caballos, mas los consabidos respetos de artillería y de campaña, los ingenieros y los bastimentos propios de víveres más la pólvora, con rumbo a la isla de Cerdeña donde consiguieron desembarcar con el apoyo de la escuadra, manteniendo nuevos combates, que dieron un final feliz ya que fue conquistada en menos de dos meses, regresando igualmente a enarbolar el pabellón español, era un trozo más de los territorio durante la guerra de Secesión.
En el año 1733 D. Andrés Reggio fue ascendido a general (quizás en aquella época no existirían los grados de Jefe de Escuadra ni de Brigadier). Formó parte de la escuadra de dieciséis buques al mando del conde de Clavijo que llevo tropas de desembarco a Nápoles, zarpando del puerto de Barcelona el día 4 de diciembre. En esta expedición iban de subordinados don Juan José Navarro y como subalterno Jorge Juan, y como segundo del ejército, el marqués de Santa Cruz de Marcenado.
Por sus valiosos servicios en esta campaña, el Rey Carlos Vll de Génova y Sicilia (después Carlos lll de España), en el año 1739 le concedió la Gran Cruz de la Orden de San Genaro, creada en ese mismo año.
El día 14 de junio de 1740 el infante general le entregó en propiedad la Comandancia general de El Ferrol, pero casi no le dio tiempo ni a tomar el mando, ya que por otra orden del día diecisiete de julio siguiente, se le nombró segundo jefe de la escuadra de Rodrigo Torres. Y zarpó con rumbo a Tierra Firme, tocando primero en La Guaira y después en Cartagena de Indias, donde se quedó como jefe de las fuerzas navales en sustitución del fallecido teniente general don Blas de Lezo, pero algo debió pasar, pués a finales del año 1741 pasó a la Habana.
Al mando de las fuerzas navales de todos los virreinatos y Antillas del seno mejicano estuvo realizando constantes cruceros y reconocimientos consiguiendo mantener a raya a los piratas y corsarios habituales en aquellas aguas. Al mismo tiempo, fue el impulsor de la construcción naval en el Arsenal de la Habana, para aumentar la flota necesaria para cubrir tantos canales, calas y ensenadas.
Al regresar a España el teniente general don Rodrigo Torres, se quedó don Andrés Reggio de comandante de las fuerzas navales de las Antillas y Tierra Firme, manteniéndose en la protección del tráfico marítimo. Durante el desempeño de este cargo, fue ascendido al grado de Teniente General en el año 1746, continuando en el mismo destino.
El día doce de octubre de 1748 se presentó una escuadra británica en aguas del Mar Caribe con la intención de atacar a un convoy que había zarpado de Veracruz con destino a España. Pero avisado Reggio por la delación del capitán de una goleta británica apresada fechas anteriores y al divisar las velas el Teniente General regio, ordenó formar la línea, el navío insignia español era el África de 70 cañones. El fuego comenzó a las 14.00 y a las 15:00 el combate ya era general. Los dos almirantes se enfrentaron y en menos de una hora el buque insignia británico estaba fuera de combate. Por una mala maniobra de la fragata Galga, fue atacado el África por tres enemigos por lo que siendo la 20:00 se encontraba el buque desarbolad de los palos mayor y mesana, pero seguía respondiendo al fuego tan duramente como al principio, por lo que llegada las 22:00 los enemigos se vieron forzado a dejarlos por imposible.
Estaba en tan malas condiciones el buque que el teniente general don Andrés Reggio tuvo que dar la funesta orden de darle fuego, pero primero lo acercaron a la playa de Sijiras, donde con los botes, se pudo poner a salvo todos los que estaban con vida o heridos, más equipajes y documentos de a bordo. El Teniente General, el comandante del buque, capitán de fragata don Juan Antonio de la Colina, los oficiales y tropas se reincorporaron a la Habana a pie.
Fueron reparados los buques, zarpando con rumbo a la Península protegiendo a una flota que transportaba doce millones de peso fuertes (plata amonedada), la que quería capturar el almirante británico Knowles, cruzaron el océano y puesta en franquicia en la bahía de Cádiz, viraron los buques de la escuadra doblando el cabo de San Vicente con rumbo al Norte hasta llegar al puerto de La Coruña, donde lanzaron anclas el día de 1749.
Pasando el teniente General D. Andrés Reggio el consabido Consejo de Guerra por la pérdida del navío, pero justo su defensor ya absuelto, fue el comandante del navío África don Juan Antonio de la Colina, quien utilizando todos sus argumentos y dichos precisamente por estar ya absuelto resulto casi fácil conseguir el veredicto, que fue el de absuelto, recibiendo en breve plazo el beneplácito Real a su actuación y manteniendo firmemente confianza, con estas palabras: “…por el notorio valor y conducta con que sostuvo el honor del pabellón de España”.
Al quedar sin tacha su comportamiento en el combate de la Habana, fue llamado a Madrid, donde el Rey le encargó varias comisiones secretas. Permaneció en el Departamento de Cádiz en trabajos de su alto grado, al sobrevenir el óbito del Capitán General D. Juan José Navarro, Marqués de la Victoria, en el año 1772, se eligió a él como Capitán General del Departamento y por ir anexo a este cargo también Director General de la Real Armada.
Permaneciendo en el ejercicio de estos elevados cargos, le sobrevino el óbito en su casa de Puerto Real el día 10 de febrero de 1870 a la edad de 88 años.
El primer tributo que recibió fue el todos los buques de la real Armada fondeados en la bahía de Cádiz, disparando sus salvas de ordenanzas formando un estremecedor estruendo, al mismo tiempo que el día de su entierro, formó a la cabeza de él el nuevo director de la Real Armada, que había sido nombrado por el Rey, don Juan de Lángara y Arizmendi, formando la mayor parte de los batallones de Infantería de Marina
dando guarda al féretro, pues en vida había sido uno de sus mayores protectores´
Fue enterrado en la iglesia de los Descalzos de la misma Villa de Puerto Real, con lápida y leyenda. Al sobrevenir la revolución de septiembre de 1868, una junta de revolucionarios decretó el derribo el derribo de la iglesia, al poco de haber empezado se encontraron al frente del altar del Sagrario, que fue respetado y puesto en conocimiento del Comandante General del Departamento D.Manuel Mc-Chron.
Por orden de este, se compulsaron fechas y se dio autenticidad a los restos, siendo el 5 de octubre de 1868, cuando se personó la comisión de marina en Puerto Real, los cuales se hicieron cargo de los restos mortales, que fueron trasladados en la falúa del Comandante General del Departamento de Cádiz a la Carraca y de allí al Panteón pero sin ceremonia fúnebre dada la inestabilidad de la situación siendo guardados provisionalmente, ya que el Panteón aún no había sido inaugurado siendo trasladado definitivamente al lugar que hoy ocupan día 2 de Mayo de 1870. Teniendo como fecha oficial de la inauguración del Panteón.
La lápida del sepulcro es la primitiva en la que toscamente grabada hay la siguiente inscripción:
Aquí yace el Exmo. Sr. D. Andrés Reggio Brachiforte Saladino y Colonna. Caballero de la Orden de San Genaro y de la de San Juan. Teniente General de la Armada, Director General de ella y Comandante General del Departamento de Cádiz. Murió a los 88 años de su edad, en 10 de Febrero de 1780.
R. I. P. A.
H. N. E.
Por la transcripcion: Luis Castillo.-